Ahora que ya estamos listos para entrar al mundo moderno y apocalíptico de los transgénicos y que nuestra biodiversidad está amenazada de muerte (Gastón dice que nunca cocinaría con transgénicos) nos parece importante que sepamos de qué se trata.

Conozcamos el futuro que nos está dejando Alan y compañía, gracias a los grandes negociados e intereses que existen detrás de esta inmensa y peligrosísima industria.

Como leía a un twitero amigo: las diferencias sociales, gracias a esta nueva política de alimentos genéticamente modificados, serán más amplias. Existirán quienes sólo puedan comprar los dañinos alimentos transgénicos (serán más baratos) y los que puedan acceder a las, hasta ahora fashion, ferias orgánicas para comer sano (a cinco veces el valor de lo que cuesta actualmente).

Es un crimen, en un país con tal variedad de alimentos y con precios muy por debajo de lo que se le paga a cualquier agricultor del mundo.

Véanlo y me cuentan en el twitter. o en el Facebook.

Provecho.

(Gracias a Cristian Koch por el link)